LIBERALISMO – SOCIALDEMOCRACIA – COMUNISMO. (Tercera parte)

La socialdemocracia no ha sido una corriente del pensamiento exenta de problemas, ha tenido altibajos pero también ha sido consistente, y después de la gran depresión de 1929, consolidó su modelo de economía social de mercado o economía mixta (inversión pública-privada), como una opción real, flexible y viable, para alcanzar el crecimiento económico y el desarrollo social.

A partir de 1960, economistas muy importantes como: Paul Anthony Samuelson (EUA), Vernon Lomax Smith  (EUA), Michael Spence (Canadá), George Arthur Akerlof (EUA), Thomas Piketty (Francia), Paul Robin Krugman (EUA) y Joseph Eugene Stiglitz (EUA),  por mencionar algunos, son de los que mejor han planteado la propuesta de Economía Social de Mercado o economía mixta, para resolver problemas de sostenibilidad del crecimiento con distribución de la riqueza social.

En la parte de instrumentación política y gestión pública, el pensamiento socialdemócrata ha tenido generaciones de representantes sociales de importante influencia mundial: Willy Brandt (Alemania), Olof Palme (Suecia), Bruno Kreisky (Austria); y a partir de los años noventa escuchamos nombres como: William Clinton (EUA), Lionel Jospin (Francia), Massimo d’ Alema (Italia), Anthony Blair (Reino Unido), Gerhard Schröder (Alemania Unificada) y Wim Kok (Holanda); entre  otros, ellos jugaron un papel fundamental para que el pensamiento socialdemócrata se consolidara en mayor o menor medida, de acuerdo a las circunstancias demográficas y económicas de cada país como Estado de Bienestar en prácticamente todos los países de Europa occidental, y en menor escala en Canadá y los Estados Unidos de Norteamérica.

El caso de los Estados Unidos es distinto al de Europa y Canadá por algunas razones:

Primero, porque durante la época de los ochenta, década en la que llega a la casa blanca el entonces Presidente Ronald Regan, y Margaret Thatcher, como primera ministro del Reino Unido, inspirados en las ideas de los economistas: Milton Friedman (EUA, escuela de Chicago), y Fredrich Von Hayek (Austria), pretendieron dar un giro de timón al sistema económico mundial, para recuperar el ideario del sistema liberal clásico e imperialista, argumentando que el régimen de libertades y prestaciones sociales afectaba la competitividad y el crecimiento de las empresas. Este inverosímil planteamiento fue una aventura teórica que no prosperó, aunque sí generó problemas de consecuencias políticas y económicas mundiales.

En segundo lugar, porque la sociedad Estadounidense no ha podido asimilar la integración social, como en buena medida lo ha conseguido Europa, esto hace que los programas gubernamentales de atención social como: educación, salud y seguro de desempleo, entre otros, estén diseñados y dirigidos a beneficiar a la población blanca, en detrimento de la población afroamericana y de migrantes principalmente de origen latinoamericano, estos son, quizá los mayores obstáculos por los cuales los Estados Unidos no han alcanzado a consolidar la economía social de mercado y el Estado de Bienestar.

Por otra parte, en la década de los 50’s, el bloque socialista empezó a mostrar serios problemas político-económicos internos, y para 1964 entraba en una profunda crisis general que se extendería hasta 1982, el modelo socialista de economía centralizada estaba en serios problemas y empezó a descomponerse:

  • Descenso en la productividad de las actividades agropecuarias.
  • Agotamiento de la producción industrial.
  • Carencia de autonomía de gestión para resolver problemas en las empresas.
  • Disminución de la inversión pública en actividades productivas.
  • Falta de incentivos para la productividad en el trabajo.
  • Descenso en los niveles de bienestar por inmovilidad salarial.
  • Caída del Producto Interno Bruto (PIB) hasta en un 50%.

En 1985, el abogado Mijail Gorvachov es nombrado Secretario General del Partido Comunista, conoce la grave situación económica que está viviendo la URSS y reúne a los mejores talentos a su alcance.

En 1988 es nombrado jefe de Estado de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la economía está a punto de colapsar, era impostergable una reforma al sistema económico socialista, trabajó con su gabinete económico en el que figuraron los economistas: Abel Aganbegián; Tatiana Ivanova Zaslavskaya y Leonid Ivanovich Abakin, el modelo socialista no tenía mecanismos de sostenibilidad financiera, la única salida viable fue migrar de forma impostergable y gradual hacía una economía social de mercado, se diseñó el plan de emergencia:

  • Venta de empresas paraestatales no estratégicas.
  • Acceso al capital extranjero para el rescate de empresas esenciales.
  • Contratos con inversionistas para impulsar nuevos proyectos industriales.
  • Reestructuración del sistema bancario y financiero.
  • Medidas monetarias para contener la inflación.
  • Reforma fiscal congruente con el sistema financiero occidental.
  • Apertura a la propiedad privada de artículos personales, muebles e inmuebles.

En 1991, después de la aprobación de éstas reformas Mijail Gorbachov renunció para dejar la jefatura de Estado a Boris Yeltsin, Yeltsin encargó a Vladimir Putin elaborar la ruta de transición, el resultado fue una estrategia pragmática llamada “Terapia de Choque”. Frederic Pons, uno de los biógrafos de Vladimir Putin describe la forma en que se operó el cambio: “La transición de una economía mal administrada por el Partido Comunista a una economía de mercado. Se hizo de manera brutal de una forma abierta a la corrupción y a la Oligarquía rusa”. El sueño de Carl Marx y Friedrich Engels había terminado, hoy día subsisten vestigios y reminiscencias  de la ideología socialista-comunista en distintos países del mundo.  

Carl Marx y Friedrich Engels realizaron un esfuerzo teórico loable al tratar de diseñar un sistema económico más racional y alternativo al liberalismo clásico, lo hicieron a contraflujo de la tendencia económica mundial, se dice que en el proceso cometieron errores de los que ya se ha escrito y discutido por siglos, uno de los que se mencionan como más relevante fue el haber considerado al trabajo como la “única fuente de creación de riqueza”, y haber imputado al inversionista “la apropiación indebida” de toda la plusvalía, esto lo llevó a menospreciar factores esenciales como: el valor de la planeación; el valor del capital; la organización del proceso productivo; el papel relevante de la innovación tecnológica, la capacitación y la administración del proceso, entre otros factores más.

Pero lo grave no fue que Marx y Engels hayan cometido errores u omisiones en el apresurado diseño, lo grave fue que sus precursores, en lugar de tomar el planteamiento como la base de un modelo perfectible en la teoría y la práctica, lo asumieron como una doctrina absoluta e incuestionable, ello los llevó, no solo a negar el método dialéctico creado por los propios Marx y Engels, sino también a tirar por la borda la visión social prospectiva, que finalmente terminó siendo mejor aprovechada por el pensamiento socialdemócrata europeo.  

Continuará…

J. Lauro Sánchez López

J. Lauro Sánchez López

Lic. en Economía y Filosofía, Puebla, Mex.

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